La nueva ley de etiquetados en México, entró en vigencia el pasado 1 de octubre, luego de ser aprobada por las autoridades federales. Esto implica que las empresas tendrán un plazo de dos meses para comenzar a vender todos sus productos con la señalización de Guías Diarias de Alimentación (GDA).
La nueva Norma Oficial Mexicana 051, o bien NOM- 051, contempla nuevos sellos de advertencia en productos con excesivo contenido calórico, sodio, carbohidratos y grasas saturadas basados en los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
¿Cómo podría ayudar el ejemplo de Chile en este período de transición?
El primer país en promulgar la ley de etiquetados fue Chile. La ley 20.606 entró en vigencia el 27 de junio de 2016 obligando a las empresas a incorporar sellos de advertencia «ALTO EN» a los alimentos envasados sólidos y líquidos.
Además, se restringió la publicidad de los alimentos «ALTOS EN» dirigida a menores de 14 años especificando que la publicidad debe llevar franja de advertencia “Prefiera alimentos con menos sellos”.
También se prohibió la venta, promoción y entrega gratuita de alimentos con sellos en los colegios de prebásica, básica y media.
La implementación de esta ley se llevó a cabo de manera progresiva a través de tres etapas recién en 2019, donde un alimento debía llevar el sello de advertencia si excede el contenido por 100 gramos 100 ml.
Los principales desafíos que las empresas de alimentos en Chile debieron superar tuvieron relación con que:
- La norma aplica solo para productos envasados (30% de la dieta promedio).
- Deja afuera a los alimentos más consumidos en el país como el pan o las carnes.
- No regula a la comida rápida, en donde un 59% de los chilenos la come una vez a la semana.
- No afecta al alcohol (120 ml consumo per cápita diario, en el caso de la cerveza).
- El reglamento no afecta a los productos de las PYMEs de alimentos.
El impacto económico en los productos
Según un estudio realizado en conjunto por especialistas del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, en conjunto con la Universidad Diego Portales y la Universidad de Carolina del Norte de EEUU, el consumo de bebidas azucaradas en los hogares bajó en 22,8 mL per cápita por día, lo que equivale a un 23,7% entre 2015 y 2017. Por otro lado, hubo un aumento de 4,8% en las compras de bebidas sin sellos.
Además, dentro del mismo estudio se revelaron los siguientes indicadores:
- Hubo una disminución de un 14% de la compra de cereales para desayuno
- Un descenso del 17% en la compra de postres envasados
- La reducción entre 46%-62% de exposición de publicidad de alimentos en preescolares y adolescentes.
- Una reducción del 25% de azúcares en las categorías de alimentos estudiadas.
- Una disminución en promedio entre un 5%-10% de sodio en las categorías de alimentos estudiadas.
- El 90% de las madres de preescolares, entienden y valoran positivamente los sellos de advertencia.
- Una mejora de un 30% en la identificación de alimentos saludables por parte de las madres de los niños evaluados.
¿Cómo serán las etiquetas en México?
- Chile comenzó con cuatro advertencias (alto en azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías añadidas), sin embargo en México incluye un sello para las grasas trans que irán en la parte superior frontal del empaque, sumando en total cinco sellos de advertencia.
- También los envases pequeños denominados “micro chatarra” deberán llevar advertencia. Será un solo octógono con el número de sellos que le fueron adjudicados.
- Cada sello irá acompañado de la frase: «Exceso de». En Chile la frase “alto en” no se consideró eficaz ya que podría interpretarse de manera positiva.
- La ley de etiquetados en México también afecta a productos con edulcorantes y cafeína, junto a la recomendación de que sean evitados por niños.
Foto referencia: https://etiquetadosclaros.org/
Impacto Económico y Social de la ley de etiquetados en México
Este importante cambio en los alimentos mexicanos se presentó como una medida para combatir el sobrepeso en México, un problema de salud que le cuesta al país el 5,3 % del PIB y que afecta a tres de cada cuatro mexicanos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Desde diferentes sectores alimentarios, la nueva ley de etiquetado en México cuenta con detractores y adherentes. Según la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), su compromiso está en reducir entre 2018 y 2024 un 20% de calorías en sus artículos.
Muchos empresarios alegan que el problema de obesidad del país no se solucionará con la nueva ley, ya que gran parte de la responsabilidad la tiene la comida tradicional o garnachas que los mexicanos consumen en puestos en la calle. Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud Pública de México descarta esta idea, pero si avala la evidencia de que los alimentos ultraprocesados, que conforman el 25% de la dieta de los mexicanos, les aportan la principal cantidad de azúcar agregada.
Desafíos para el consumo masivo
Durante este tiempo de incertidumbre, el desafío de las empresas es mantener el producto en el anaquel, pese a las mermas o productos perdidos por un mal etiquetado. La reposición y la visibilidad de todos los puntos de venta es vital para la correcta ejecución de la estrategia comercial.
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