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Los problemas que causó el Covid-19, que van desde la escasez de materias primas hasta problemas de supply chain podrían verse reflejado en los estantes.
En el difícil escenario actual, los consumidores responden ante productos y servicios posicionados en ahorro o en un alto valor añadido.
La única certeza que tiene el retail es que los hábitos de los consumidores cambian constantemente, por lo que anticiparse a estas transformaciones resulta vital.
El cierre de las tiendas y el apogeo de las compras online, creó las condiciones para el éxito de las marcas de consumo DTC: «directo al consumidor».
Pese a la crisis económica desencadenada por la pandemia, el sector podría ver potenciado su crecimiento gracias a las transformaciones del consumidor.
Con miras al 2023, la cadena implementará una serie de tecnologías en sus locales de Estados Unidos y que, de ser exitosas, podrían ser replicadas en nuestra región.
Los vaivenes económicos de los últimos años han vuelto más sensibles a las personas en su relación con proveedores y cadenas, demandando un trato más humano y empático.
El boom por estos productos puede ser de gran ayuda para las empresas, al abrir oportunidades de una mayor participación y relevancia en el mercado.
El uso de cajas autoservicio va en aumento por parte de los consumidores en el retail, lo que ha llevado al reemplazo de aquellas atendidas por colaboradores.
Se estima que un 80% de los hogares de la región tienen un integrante con cuatro patas. Su presencia no solo se impone en el corazón, sino también en el consumo.
